Codigo Da Vinci

Todo lo que querías saber acerca del Código Da Vinci.

miércoles, mayo 10, 2006

Autor: Zenit.org-El Observador ::: Fuente: Zenit.org-El Observador

LA IGLESIA ANTE EL CÓDIGO DA VINCI

Documento de la Conferencia del Episcopado Mexicano
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Ante el inminente estreno de la versión cinematográfica del libro de Dan Brwon, «El Código Da Vinci», la Conferencia del Episcopado Mexicano ha emitido un documento en el cual analiza, objetivamente, la actitud de los fieles ante este acontecimiento.

Dado que se trata de un best-seller mundial y que podría ser visto en la pantalla grande por hasta 800 millones de seres humanos, la Iglesia católica mexicana quiere dirigir una palabra a los católicos del país y del mundo, sobre todo, para que aprovechen esta coyuntura y se preparen para hablar de Cristo desde la verdad.

Por el interés que presenta el documento, lo reproducimos en su totalidad.


LA IGLESIA ANTE EL «CÓDIGO DA VINCI»


* Desde que se publicó en la primavera de 2003, la novela «El Código Da Vinci», de Dan Brown, ha vendido 40 millones de ejemplares: se puede considerar el «bestseller de la década».

* La película basada en esa novela será presentada en el festival de Cannes el próximo 17 de mayo, y estrenada simultáneamente en los cines de todo el mundo el viernes 19 de mayo.

* Según «Newsweek», esta superproducción de Hollywood, dirigida por Ron Howard y con actores de primera fila (Tom Hanks, Jean Reno, Audrey Tautou, Alfred Molina, Ian McKellen, etc.) será el gran evento de 2006. Se estima que 800 millones de personas acudirán a ver la película.

La trama de «El Código da Vinci» es la siguiente:

* Jesús se casó con María Magdalena y tuvo varios hijos. Su descendencia es el verdadero Santo Grial (sangre de rey = sang real = Santo Grial).

* Cristo confió la Iglesia a María Magdalena, pero los apóstoles se confabularon contra ella, y tuvo que escapar a Francia. Desde entonces el clandestino «Priorato de Sión» protege a la descendencia de Cristo de los ataques de la Iglesia Católica, y transmite sus secretos en códigos ocultos. Por ejemplo, en la «Última Cena» de Leonardo Da Vinci, la figura junto a Cristo no es el apóstol Juan sino María Magdalena.

* La novela comienza cuando una comisión de cardenales presiona al prelado del Opus Dei para que uno de sus miembros, asesino de profesión, mate a los últimos descendientes vivos de Cristo.

Las ideas de fondo de «El Código da Vinci» son:
* Jesús no pensaba ser Dios, ni sus discípulos lo consideraron divino. La creencia en la divinidad de Jesucristo fue impuesta por el emperador Constantino en el Concilio de Nicea del 325.

* Jesús y María Magdalena representaban la dualidad masculina- femenina (como Marte y Atenea, Isis y Osiris); los primeros seguidores de Jesús adoraban «el sagrado femenino», pero luego fue eliminado, y la Iglesia se hizo misógina.

* La Iglesia se basa sobre una gran mentira: Cristo era un hombre normal y corriente. Para ocultar la verdad, la Iglesia ha destruido documentos, ha asesinado a millones de brujas y herejes, ha manipulado las Escrituras...

La novela «El Código da Vinci» presenta dos problemas:
* Se trata de una obra de ficción, en la que todos los personajes de la Iglesia son retratados de manera odiosa;

* En autor afirma en la presentación del libro: «Todas las descripciones de obras de arte, arquitectura, documentos y ritos secretos en esta novela son verdaderas». En realidad, la obra contiene numerosísimos errores: de arte, de historia, de religión y de cultura.

La película agravará la situación:
* porque esas falsedades llegarán a muchas más personas (800 millones, o más si luego concursa para los premios Óscar);

* porque las imágenes son más poderosas que las palabras, y dejan más huella;

* porque las películas llegan a las masas, también a quienes tienen poca formación y carecen de recursos críticos para distinguir qué es ficción y qué es realidad;

* porque será utilizada por los enemigos de la Iglesia para lanzar otras acusaciones y campañas sobre temas que no tienen que ver con el libro.

¿QUÉ SE PUEDE HACER ANTE ESTA SITUACIÓN?
Aprovechar la oportunidad para hablar de Jesucristo y de la Iglesia:

* Muchos católicos bien formados y practicantes se sentirán ofendidos: hay que saber encauzar su reacción, de forma serena y constructiva;

* Muchos más católicos tendrán dudas sobre si lo que dice el libro es verdad: habrá que intensificar la catequesis, y tocar algunos temas (pregunten o no pregunten);

* Muchas otras personas hasta ahora indiferentes sentirán curiosidad de saber más acerca de la fe: habrá que estar preparados para satisfacer su interés con una evangelización atractiva.
Además:

* Puede ser una buena ocasión de trabajar junto a otros creyentes: con ortodoxos y protestantes, porque el libro y la película ofenden a todos los cristianos; con judíos y musulmanes (porque es una nueva manifestación de intolerancia contra quienes tienen una visión religiosa del mundo); y con intelectuales no creyentes, que se sienten ofendidos por los numerosos errores históricos, artísticos, culturales, etc., realizados «para ganar dinero».

* Se puede aprovechar para impulsar a católicos de cierta posición (intelectuales, periodistas, empresarios, etc.) a que se muevan más y vivan su fe con más responsabilidad.
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Autor: Zenit.org ::: Fuente: Zenit.org

LA VERDAD TRAS EL CÓDIGO DA VINCI

Es una obra de ficción, pero muchos lectores piensan que han encontrado la "verdad" en el "Código Da Vinci" de Dan Brown.
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EUGENE, Oregon, sábado, 20 marzo 2004 ( ZENIT.org ).- Es una obra de ficción, pero muchos lectores piensan que han encontrado la «verdad» en «El Código da Vinci» de Dan Brown.
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Los cristianos también han sido engañados --muchos piensan que es un libro inofensivo que enriquece su fe--. Es lo que ha movido a Carl Olson, junto con Sandra Miesel, a escribir un libro llamado «The da Vinci Hoax» (El Engaño da Vinci), que saldrá este verano.

Olson, editor de la revista Envoy, compartió con ZENIT la exposición y crítica que hace en su libro de los numerosos errores de «El Código da Vinci», y analizó lo que el éxito de la novela deja ver del panorama cultural y religioso de América.

--¿Por qué se siente obligado a descifrar «El Código da Vinci»?


--Olson: El pasado mes de agosto un amigo me llamó para decirme, en un tono un tanto agitado, «tienes que leer esta novela». Le habían dado «El Código da Vinci» como regalo de cumpleaños; al leerlo, descubrió que estaba lleno de errores y tenía un fuerte componente contrario a la Iglesia católica.

Dado mi labor en la apologética, mi amigo pensó que debía estar enterado de la novela, puesto que había recibido la aclamación de la crítica y se estaba vendiendo tan bien – actualmente más de 6 millones de ejemplares.

Cuando vi las cifras de ventas y comencé a leer recensiones, entendí la idea. La novela generaba –y todavía lo hace- mucha controversia y confusión. Si bien se trata de una obra de ficción, es considerada por muchos como una representación históricamente exacta y efectiva de los primeros cristianos y de la Iglesia católica. Por lo que compré un ejemplo, tomé un bolígrafo rojo y comencé a trabajar.

Al mismo tiempo, la historiadora medieval y periodista Sandra Miesel me envió una copia de su excelente recensión de «El Código da Vinci» para la revista Crisis.

También comencé a recibir emails sobre la novela de lectores del Envoy: ¿Deberían leerla? ¿Qué se podría responder a su contenido? ¿Es exacta?

Pregunté por tanto a Sandra si trabajaría conmigo en algunos artículos para Internet y en un libro, que será «El Engaño da Vinci».

La meta es doble: exponer y criticar los numerosos errores en «El Código da Vinci», y presentar la verdad sobre la primera Iglesia, el catolicismo, la historia medieval, y una serie de otros temas. También analizamos el éxito de la novela y hablamos sobre lo que indica del panorama cultural y religioso.

--¿Cuáles son los problemas teológicos primarios de «El Código da Vinci»?


--Olson: La novela se basa en una serie de creencias esotéricas, neo-gnósticas y feministas que están en oposición directa con el cristianismo. Mucho se ha hablado de la mención de la novela de que Jesús y María Magdalena estaban casados, pero eso sólo es la punta de iceberg.

Tras la superficie se encuentran sistemas de creencias que enseñan que el cristianismo es una mentira violenta y sangrienta, que la Iglesia católica es una institución siniestra y misógina, y que la verdad es, en última instancia, creación y producto de cada persona.

Dan Brown, el autor de la novela, ha admitido prontamente en entrevistas que la mayoría de las ideas en «El Código da Vinci» no son originales suyas. La herencia intelectual, ideológica y espiritual de «El Código da Vinci» se puede rastrear en pasadas décadas, incluso siglos.

La novela es apenas innovadora ni marca ningún antes y después como algunos lectores piensas. Como demuestran nuestros artículos y el libro, Brown ha tomado la mayoría de sus ideas de unos cuantos libros recientes, libros populares que están llenos de teorías de conspiración, de imágenes sesgadas de la teología católica y de extrañas e insustanciales referencias a acontecimientos y personajes históricos.

Al final, lo que Brown ha logrado es la creación de un mito popular que destila y presenta creencias de forma que no exijan sino que entretengan y atraigan.

Este mito funciona en más de un nivel, al ser una novela de misterio, un romance, un thriller, una teoría conspiratoria y manifiesto espiritual, todo a la vez.

Un rasgo de su atracción es que promete una forma de gnosis – o conocimiento secreto- sobre algunos temas y sugiere que es en el individualismo subjetivo, no en la religión tradicional, donde radican las verdaderas respuestas a las grandes cuestiones de la vida.

La triste ironía es que algunos católicos piensan que la novela es un maravilloso trabajo de literatura que puede, de alguna manera, ayudarles a explorar y a entender mejor su fe. Pero la novela se basa en la creencia de que Jesús era un mero hombre, que el cristianismo es un despreciable impostor y que se debe evitar toda referencia a la verdad religiosa objetiva.

--La novela presenta una página de entrada titulada «El Hecho», que establece: «Todas las descripciones de obras de arte, arquitectura, documentos y rituales secretos de esta novela son exactos». Usted ha encontrado muchas cosas en este libro que de ninguna manera son exactas. ¿En qué se basan estos errores? ¿Cuáles son sus peligros?

--Olson: La amplia aceptación de la mayoría de las referencias de Brown es algo asombroso, sobre todo porque muchas de ellas no lograrían pasar lo que llamaríamos «la prueba de la enciclopedia escolar».

Por ejemplo, la novela indica que la «Virgen de las Rocas» de Leonardo da Vinci, que se encuentra en el Louvre, es «un lienzo de cinco pies de alto», aunque una rápida búsqueda en Internet o en una enciclopedia nos muestra que tiene seis pies y medio de altura.

Normalmente, esta clase de detalles se podrían considerar licencias artísticas. Pero la insistencia de Brown en que las representaciones de obras de arte son exactas – y su esposa es historiadora de arte – indican que no es cuidadosa con la verdad.

Esto se convierte en un problema mucho más serio cuando hace referencia a que antes del Concilio de Nicea nadie creía que Jesús fuera divino, que la Iglesia católica quemó a 5 millones de mujeres en la hoguera en el medioevo y que todas las más importantes creencias del cristianismo se han robado de las religiones paganas.

Esta clase de asertos parecen basarse en una sincera aversión a la Iglesia católica – la novela nunca menciona al protestantismo ni a la ortodoxia oriental – y a un deseo de desafiar los conocimientos aceptados de acontecimientos, personajes y creencias.

El peligro está en que muchos lectores al parecer están tomando las referencias de la novela como hechos verificados y creen que han descubierto el talón de Aquiles de la Iglesia.

Esto llega a ser aún más difícil cuando dichas personas no quieren ni siquiera considerar las refutaciones o respuestas a «El Código da Vinci». Aquí está otra vez la llamada a un supuesto conocimiento secreto: una vez que la persona lo tiene, no cree que necesite considerar los argumentos o hechos contrarios.

--¿Por qué cree que este libro ha atraído a tanta gente, incluyendo a cristianos?


--Olson: La novela mezcla juntos elementos que son absolutamente atractivos dentro de una cultura posmoderna: una actitud relativista hacia la verdad y la religión, referencias basadas en conspiraciones, feminismo radical, aversión por la autoridad religiosa y la creencia implícita de que la realidad es maleable y puede ser adaptada, así lo dice, a los deseos de cada persona.

Sin embargo, el libro se basa en una fórmula standard utilizada por las novelas de romance, y pesar de toda su charla de extraños rituales de sexo y androginia tiene en su base una historia de amor tradicional.

Otro factor es que la novela se lee como un guión hecho para televisión, con capítulos cortos, conversaciones concisas, desarrollo de personajes breve y contextos escasamente construidos.

Se hace un abrumador énfasis en las emociones de los personajes. Así, aunque la novela contiene referencias que podrían resultar extrañas a los lectores, mantiene también un cierto nivel de agrado.

Aunque «El Código da Vinci» es una novela ha provocado que muchos medios y el público en general ponga en duda la veracidad de los Evangelios y elementos de la enseñanza de la Iglesia. ¿Están perdiendo la sociedad contemporánea la capacidad de distinguir entre cultura pop y realidad?

--Olson: Tristemente, para algunas personas, la cultura pop es la realidad – o al menos el único medio por el que interactuará y hará frente a la realidad.

No es que la cultura pop sea mala o que la cultura pop no tenga nada que ofrecer. Pero la cultura pop se basa mucho en proporcionar a la gente lo que quieren escuchar o ver o sentir, sin importar su grado de verdad.

También simplifica y convierte en sensaciones asuntos que son complejos y requieren un cuidadoso estudio. Y puesto que mucha de la cultura pop es una cultura joven y de rock ‘n’ roll, prospera desafiando a la autoridad y a las ideas aceptadas, a menudo sin razón alguna sino es la emoción de la rebelión.

Sin embargo, se debe observar que muchas de las ideas clave en «El Código da Vinci» salieron a la luz en un ambiente de educación más elevada, incluyendo los desafíos al contenido y datación de los Evangelios, así como los desafíos a la enseñanza de la Iglesia sobre algunos temas.

Éste es el caso también de los mensajes feministas radicales en la novela. Han sido populares en universidades e institutos durante décadas, pero la novela lo presenta en una forma de ficción que absorberán millones, no sólo unos cuantos cientos.

--¿Cómo pueden la Iglesia y sus miembros disipar los mitos de «El Código da Vinci»?


--Olson: Se debe reconocer que novelas como «El Código da Vinci» no son «sólo ficción». Son medios para transportar ideas y creencias a grandes grupos de gente, a menudo sin que los lectores aprecien plenamente lo que están consumiendo.

Un interés no estriba en decir a la gente que no lea la novela, sino animarla a que analicen y determinen cuidadosamente lo que está diciendo y consideren por qué se escribió.

Los errores y falsas ideas de la novela necesitan considerarse punto por punto. Nuestro libro lo hace con gran detalle. Aunque la refutación resulta inestimable, lo verdaderamente importante es la catequesis.

El reconocer los problemas de facto y lógicos que rodean a «El Código da Vinci» no debería necesitar ni estudios avanzados ni décadas de análisis. Una buena catequesis irá más lejos a la hora de vacunar a los católicos ante el error y proporcionarles un entendimiento de la doctrina, práctica e historia de la Iglesia.
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